Hoy vamos a contaros el caso de Raúl, vino hace año y medio a nuestras oficinas, estaba desesperado y decepcionado. Raúl, de 45 años, es aficionado al ciclismo y lo practica desde que tiene uso de razón, suele hacerlo por carreteras secundarias, circulaba tranquilamente por la carretera dirección Alhaurín el Grande, cuando fue atropellado por un vehículo que circulaba a gran velocidad y no guardaba la distancia de seguridad. Raúl quedó malherido en la calzada y vio como el vehículo no solo no paraba, ni lo atendía, sino que se dio a la fuga.
Tuvo que desplazarse a las dependencias de la Guardia Civil y formular denuncia, pues afortunadamente apuntó la matrícula del coche, y fue atendido de urgencia en el hospital más cercano.
Además Raúl tuvo problemas con el primer Abogado que designó, pues suscribió un documento con unos honorarios a todas luces excesivos, que finalmente tuvimos que rescindir para que no sufriera mayores perjuicios.
Primero lo derivamos a una Clínica Privada, con Unidad de Tráfico, donde ha recibido todo el tratamiento médico que ha precisado (Traumatología, pruebas diagnósticas, fisioterapia y rehabilitación, etc, etc).
Tras localizar al conductor del vehículo, su propia compañía aseguradora, Mutua Madrileña, rechazaba hacerse cargo de abonar indemnización alguna, porque su asegurado ni había dado parte del siniestro, ni había dado versión alguna de los hechos.
Finalmente tuvimos que formular demanda judicial ante los Juzgados competentes y al recibir la demanda la aseguradora se personó en los juzgados y se opuso al pago de la indemnización, manifestando que las lesiones de Raúl no eran a consecuencia del accidente.
Finalmente hemos conseguido que Raúl obtenga una indemnización por accidente de bicicleta, por todas las lesiones sufridas, (días de incapacidad, cicatrices, deformidad y limitación funcional de uno de los dedos del pie), percibiendo una indemnización final de 18. 567 euros, además ha recibido 2.500 euros por su bicicleta que quedó destrozada.
Si Raúl no hubiera anotado la matrícula del vehículo, habría sido casi imposible llevar a efecto nuestra reclamación, pero este hecho, junto con su confianza ha sido el que nos ha posibilitado con esfuerzo y trabajo, lograr que finalmente resultara indemnizado por las lesiones sufridas.