No entendemos por qué a las compañías de seguros les resulta tan difícil reconocer que, en un accidente de tráfico, una persona puede sufrir un latigazo cervical. Este tipo de lesión, además, puede ir acompañado de problemas auditivos, incluso cuando los daños materiales de los vehículos implicados no sean significativos.
Esto es exactamente lo que le sucedió a Álvaro. Llegó a nuestras oficinas desesperado tras haber sufrido un accidente por alcance trasero. Viajaba como ocupante en el vehículo y, en el momento del impacto, golpeó su cabeza contra el salpicadero. En urgencias le diagnosticaron un “latigazo cervical”. Sin embargo, desde el principio notó molestias en el oído derecho, describiéndolas como ruidos y zumbidos constantes.
Se lo comentó a su anterior abogada, quien no consideró necesario derivarlo a un otorrino, y lo mismo ocurrió con su traumatólogo, que tampoco le dio importancia. Con el paso de los días, Álvaro comenzó a notar una pérdida auditiva, al principio muy leve, pero que fue aumentando progresivamente.
La compañía responsable del accidente le hizo una primera oferta de indemnización, limitada únicamente al latigazo cervical, por un importe de 2.200 euros. Su anterior abogada prácticamente le presionó para que la aceptara, asegurándole que era lo máximo a lo que podía aspirar por sus lesiones.
Buscando una segunda opinión, Álvaro acudió a nosotros. Nos hicimos cargo de su caso, lo derivamos a un otorrino y se realizó pruebas de audiometría en GAES, donde se le diagnosticó una pérdida auditiva leve. Tras los primeros contactos con la aseguradora, conseguimos que se le reconociera la secuela de hipoacusia postraumática y recibió una segunda oferta, esta vez de 6.760,67 euros.
Esta oferta también fue rechazada. Preparamos todos los informes médicos necesarios, lo enviamos a nuestro perito médico, y tras una segunda audiometría se confirmó que la pérdida auditiva había avanzado a un grado moderado.
Finalmente, tras las negociaciones oportunas, logramos que Álvaro recibiera la indemnización que realmente le correspondía: 48.916,49 euros. La compañía se hizo responsable tanto de la secuela de hipoacusia postraumática como del coste de los audífonos que necesitará de por vida.
Por eso, os animamos a reclamar en casos similares. Las compañías aseguradoras suelen ofrecer menos de lo que corresponde, pero con el asesoramiento adecuado, y si es necesario acudiendo a los tribunales, podemos ayudaros a obtener la indemnización justa que os merecéis.
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Latigazo Cervical: una consecuencia común en accidentes de tráfico por alcance trasero
En el mundo de los accidentes de tráfico, las colisiones por alcance trasero se presentan como uno de los escenarios más habituales a los que se enfrentan los conductores. Aunque muchas veces estos incidentes parecen menores y los daños en los vehículos son superficiales, las consecuencias físicas pueden ser mucho más serias de lo que aparentan a simple vista. Entre las lesiones más frecuentes destaca el latigazo cervical, una dolencia que puede afectar considerablemente la calidad de vida de quien la sufre.
¿Qué es el latigazo cervical?
El latigazo cervical es una lesión de los tejidos blandos del cuello, causada por un movimiento brusco y repentino hacia atrás y adelante de la cabeza, como ocurre típicamente en los accidentes por alcance trasero. Este movimiento, similar al chasquido de un látigo, puede provocar que los músculos, ligamentos y otras estructuras del cuello se estiren o desgarren más allá de su rango normal, generando dolor y molestias que pueden prolongarse en el tiempo.
Síntomas y manifestaciones
Los síntomas del latigazo cervical pueden ser variados y, en ocasiones, no aparecen de inmediato tras el accidente. Entre los más comunes se encuentran:
- Dolor y rigidez en el cuello
- Dolores de cabeza, especialmente en la base del cráneo
- Dolor en los hombros o entre los omóplatos
- Mareos y sensación de inestabilidad
- Fatiga y dificultad para concentrarse
- Zumbidos en los oídos o problemas auditivos
- Alteraciones en la memoria, ansiedad o incluso depresión en casos prolongados
Es importante recalcar que estos síntomas pueden tardar horas o incluso días en manifestarse, por lo que nunca debe subestimarse un accidente, aunque inicialmente no se perciban molestias.
Importancia de la atención médica y el diagnóstico temprano
Buscar atención médica inmediata tras un accidente es fundamental, incluso si te sientes bien en el momento. Un diagnóstico temprano permite descartar lesiones graves y comenzar un tratamiento adecuado, lo que puede marcar la diferencia en la recuperación. Además, la documentación médica será clave en caso de que necesites reclamar una indemnización.
Recuperación y tratamiento
La evolución del latigazo cervical depende de la gravedad de la lesión y de las características individuales de cada persona. Los casos leves suelen resolverse en pocas semanas con reposo, analgésicos y ejercicios suaves. Sin embargo, en situaciones más graves, puede ser necesario recurrir a fisioterapia, rehabilitación específica y, en ocasiones, a tratamientos para el manejo del dolor crónico.
Algunos consejos para la recuperación incluyen:
- Seguir las indicaciones médicas al pie de la letra
- Evitar la inmovilización excesiva del cuello
- Realizar ejercicios de movilidad y fortalecimiento según lo prescrito
- Mantener una actitud positiva y buscar apoyo emocional si es necesario
Asesoramiento legal: protege tus derechos
Además de la atención médica, es esencial contar con asesoramiento legal tras un accidente de tráfico, especialmente si has sufrido lesiones como el latigazo cervical. Un abogado especializado puede ayudarte a:
- Entender tus derechos y obligaciones
- Gestionar reclamaciones ante compañías aseguradoras
- Obtener una compensación justa por los daños sufridos, tanto físicos como emocionales
Recuerda: las aseguradoras tienden a minimizar el alcance de las lesiones y las indemnizaciones. Contar con un respaldo legal adecuado puede marcar la diferencia entre aceptar una oferta insuficiente o recibir la compensación que realmente te corresponde.
El latigazo cervical es una lesión que, aunque frecuente, no debe subestimarse. La prevención, la atención médica oportuna y el apoyo legal son claves para una recuperación adecuada y para proteger tus derechos tras un accidente de tráfico.
