Tengo el atrevimiento personal y las ganas, qué todo hay que decirlo, de dedicar este artículo a aquellos compañeros abogados, que por desgracia cada día abundan más en nuestra profesión, que realizan prácticas verdaderamente abusivas y que denunciamos a través de nuestros artículos para que tengáis conocimiento de ello
Os contamos el caso de Laura. Laura sufrió accidente hace más de dos años, ella acudió a nuestras oficinas completamente bloqueada pues su expediente lo tramitaba un letrado al que ni había conocido, ni contestaba sus mensajes, ni sus correos, estaba desatendida. Rápidamente le dimos la vuelta a su situación, conseguimos autorización de pruebas médicas que el anterior abogado no le había ni solicitado y comenzamos su reclamación, consiguiendo pagos a cuenta de su indemnización en menos de una semana.
Laura estaba encantada con nuestro trabajo desde el minuto uno y así nos lo expresaba constantemente, y durante estos dos años hemos tramitado su expediente de forma impecable.
Laura tuvo que acudir a una asesoría para tramitar un ERTE y en su camino se cruzó un abogado de los que nosotros llamamos “insaciables”. Rápidamente, al preguntarle por su situación de baja laboral y percatarse de que había sufrido un accidente de tráfico, hizo todo lo indecible por conseguir captar al cliente. Al día siguiente Laura nos llamó para dejar nuestros servicios y explicándonos que tenía que marcharse con el otro equipo de abogados, porque le habían prometido conseguirle una invalidez a causa del accidente y habían dejado caer que en caso de que su expediente se judicializara tenían los “contactos” necesarios para asegurarle el éxito.
Este tipo de “abogados” está subiendo como la espuma. Nos preocupa. N por la pérdida de algún cliente eventual como Laura, sino por el engaño manifiesto que esto supone para un lesionado que se pone en manos de estos estafadores.
En menos de seis meses Laura nos llamó abochornada pidiéndonos que retomáramos su expediente. No solo no le habían conseguido la invalidez prometida, sino que ahora estaban intentando forzarla para que firmara la oferta que le hacía la aseguradora responsable, a pesar de que la misma era muy inferior a las lesiones y secuelas que ella padecía.
Este tipo de abogados consiguen con sus engaños que los clientes caigan en sus despachos, bajos las promesas de grandes indemnizaciones por sus grandes influencias en todos los ámbitos, indemnizaciones que finalmente nunca llegan. Cobran porcentajes que a nuestro parecer son desorbitados; del 15%, del 20% e incluso el 25%…. haciendo que el cliente albergue esperanzas de indemnizaciones futuras que son irrealizables. Les ofrecen simplemente, castillos en el aire.